
Manos de trapo
tatuadas de arrugas,
Arañan las cuerdas
Pariendo composiciones…
Sombrero paciente
regado de bondades
Alimento diario
Para la voz quebrada
La sombra cansada
hundida en la piedra,
acordes desatados
Para zapatos desechos
Una voz perdida
Entre un millar de palabras,
un mensaje y la botella
una estampa cotidiana
Bebo de su mundo
con notas acuciantes,
mis prisas diarias
solo me regalan un momento,
Uno solo de tus instantes