
Sangran en mí tus despedidas
hemorragia de desdenes
que rematan un corazón roto.
El invidente pierde realidades
al compás del adiós,
Clava las rodillas adolecidas de derrotas.
Billete seguro directo a la cordura,
expulsado de tus sueños
soy de nuevo rey de nada
Con un pasaje a tu desierto.
La mente cuajada imprime recuerdos
Que retuercen el alma.
Palabras de metal fundido
son el eco incandescente
del último rincón de mi cama,
Atado a tu marcha
Las maletas de la estación del olvido
Son piedras sin sentido.
una vez más vengo a leerte y una vez más me encuentro con letras muy impregnadas de fuerza, arrasan diría, no tienen ninguna piedad
ResponderEliminarun beso
Hola Laura en raras ocasiones transfiero sentimientos reales a los poemas(muy rara vez)supongo que tiene que ver con mi profesion real...un saludo
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