El ángel de tu mirada
arroja cristales líquidos,
satélites en una cara
que desahucia alegrías.
La morada humilde
construida en tu corazón,
es un puzle incompleto
de fragmentos repudiados.
Alma que naufragas en mares
atormentados de incomprensión,
excusa para el hombre
y su propia destrucción.
triste y real y más triste aún por su propia realidad
ResponderEliminarbesos enmascarado
el hombre tiene que aprender a exiliar las miserias ajenas,para poder conseguir su perfeccion espiritual..mientras tanto no tenemos que olvidar
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