Un corazón ciego
que sabe de desengaños,
se viste de metal
para amortigua los daños.
Enfundado en la moral
desarma la naturalidad,
y crea estatuas marmóreas
Inalcanzables…
Predecibles.
Hurtando al tiempo
pasiones incendiarias,
lamentos que se ahogan
entre latidos…
que no queremos escuchar.
Desde nuestra jaula de cristal
alimentamos sueños,
que transportan lo mas bello
que vive en nosotros.
De este modo, como en un sueño
Regalamos al destino,
nuestra propia perfección
sin tan siquiera sentirla.
pues habrá que empezar a tatuar ojos vivos en el corazón y no creer en el destino. Seamos imperfectos. Un beso
ResponderEliminarsi en nuestra imperfecion,nace nuestra propia perfecccion....
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