jueves, 30 de junio de 2011
el rey de mi charco
En mi castillo de agua
una princesita se coló,
perdida sin zapatos cristalinos
robarme un beso quiso…
Perfil r lacado con porcelana
labios juveniles e inquietos,
Grácil silueta…
¿Qué quieres de este sapo?
Yo solo canto a la luna,
desde mi piedra gastada.
El deseo huyendo de tus dedos
es un canto a la libertad
Alma noble…
Este anfibio corazón
Que a nadie pertenece.
No recoge besos de princesas…
Quiero morir sapo
No príncipe encandilado,
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Bella oratoria;alma anfibia ha de reposar en su nenúfar sin sus aguas alterar....y que las princesas no existen,ha de recordar...
ResponderEliminarNi las princesas ni los príncipes... son mejores los sapos, son ellos, sin más, sin pretender ser algo que no son.
ResponderEliminarEl problema es el sapo que enmascara ser principe,o el principe que desea ser sapo.....
ResponderEliminarsolo es un animalito con la unica pretension de
ResponderEliminarcantar a la luna,perturbado de forma ocasional
por el canto de princesas,
Saludos Esencia y Anabel