miércoles, 29 de junio de 2011

al aire

tu ser reconstruido
en los naipes,
del el viento...
terminan de adjudicar al aire,
el arroyo helado
de mil inviernos,
otrora compartidos.
Una vez quemados
con promesas infantiles
tallamos corazones.
revertimos tez de los ángeles.
Hartos de la monotonía
sin remisión o cura,
envolvimos la espereanza
sólo la fuerza justa...
para continuar.
El epílogo final
besos apilados,
ahogados en el vacío.

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