jueves, 30 de junio de 2011

el rey de mi charco


En mi castillo de agua
una princesita se coló,
perdida sin zapatos cristalinos
robarme un beso quiso…
Perfil r lacado con porcelana
labios juveniles e inquietos,
Grácil silueta…
¿Qué quieres de este sapo?
Yo solo canto a la luna,
desde mi piedra gastada.
El deseo huyendo de tus dedos
es un canto a la libertad
Alma noble…
Este anfibio corazón
Que a nadie pertenece.
No recoge besos de princesas…
Quiero morir sapo
No príncipe encandilado,

4 comentarios:

  1. Bella oratoria;alma anfibia ha de reposar en su nenúfar sin sus aguas alterar....y que las princesas no existen,ha de recordar...

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  2. Ni las princesas ni los príncipes... son mejores los sapos, son ellos, sin más, sin pretender ser algo que no son.

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  3. El problema es el sapo que enmascara ser principe,o el principe que desea ser sapo.....

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  4. solo es un animalito con la unica pretension de
    cantar a la luna,perturbado de forma ocasional
    por el canto de princesas,
    Saludos Esencia y Anabel

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